domingo, 12 de abril de 2020

La foto de portada: los autitos



El mundial de escritura me dio aire nuevo para escribir y ahora vuelvo a blogger y me encuentro mi último post de hace ocho meses, contando un día de playa en el paraíso de Hawaii.
 Pasaron tantas cosas en el medio que no puedo empezar hoy a explicarlas. Podría haber cerrado el blog con esa foto desde el paraíso pero la vida sigue dando posdatas, menos mal.  Busco la fecha del primer post y descubro que fue el 29 de marzo de 2010. Se me pasó festejar el cumpleaños del blog!!!
Hace diez años, la foto de los autitos era la escena cotidiana de mi vida, en el piso del living  había embotellamientos de Matchbox de más de 1m de largo, todos los días. Un espejo de los embotellamientos en el viaje de ida al colegio, al trabajo, a la vuelta, el camino a Vicente Lopez infranqueable por Recitales en River o simples viernes de tarde. La imagen del amor y la pesadilla resumidos. La foto la sacó Marcos, en ese momento de nueve años, con alguna de las tantas cámaras digitales que se fueron rompiendo y perdiendo por el camino. Le gustaban los primeros planos y a veces se veía su mirada en las fotos. El  nenito rubio con síndrome de Down, largo y flaco, se fue transformando. Hoy tiene diecinueve, mucha evolución en la familia. Los autitos de la foto están olvidados en una caja. Nadie juega a nada. Sólo usan los celulares y las notebooks. La vida es más fácil ahora con cuatro hijos que antes con tres o con dos. Julián tiene nueve años y Lucas casi doce. No me canso de repetir lo increíblemente más fácil que ha sido criar a estos dos más chicos que a los dos mayores

viernes, 13 de septiembre de 2019

Y un día te toca trabajar cerca del paraíso



El año sigue su curso y yo llevo casi tres semanas de programa de aceleración de startups en Hawaii. In my wildest dreams esto ya era demasiado. Pero acá estoy, un programa de 6 semanas y después de un receso, sigue en otras partes del mundo. El futuro cercano es de  ciencia fcción. A partir de ahora supero el límite histórico de la separación máxima con mis hijos: 20 días.  Hijo de 11 me dijo hoy ¨es raro vivir con papá¨.  Mi marido despidió a la empleada porque no la soportaba.  Pasan cosas que mejoran el guión de la vida.  Estoy rodeada de chicos lindos aunque más jóvenes que yo que ya estoy siendo una señora grande.  Tengo tiempo para mí, termino de trabajar y a veces voy a la playa. No es esa de la foto, que es otra isla y estoy segura de que es el lugar más hermoso que ví en mi vida.
¨On attend toujour quelque chose, on attend  toujours quelq´un¨ me dijo Charles Aznavour mientras me duchaba. Quejas not allowed today, obvio

miércoles, 10 de julio de 2019

batiendo récords

Medio año sin blogger. En otra época impensable,  si me cortaban el agua lo sufría menos que esto, pero ahora ya soy una walking dead tomada por twitter y la startup. Un año y medio de convivencia laboral, y ahora tengo sueldo. Me lo gané puedo decir. Se han cumplido varios deseos y sin embargo la vara siempre está más alta. Hemos vendido un discurso. La literatura está en el rincón más escondido de ese éxito.  And yet tengo cosas de las que quejarme, pero he aprendido, sí! algo he aprendido en estos años.  En otra época hubiera salido rajando de un ambiente laboral agresivo, de problemas injustos y todo eso. Pero ahora estoy tan grande que no me preguntes cómo, pero a todo lo veo con una cierta distancia, y sigo adelante. También, sí, se me puede acabar en cualquier momento, pero no tengo miedo. Que sea lo que sea. Lo malo, estoy tan grande que se me ha perdido el cosito de la felicidá, no sé, tengo el volúmen bajo, eso es lo que siento. No estoy deprimida pero tampoco siento la euforia de otras épocas y la cosa es que no sé si eso es bueno o malo. Pero eso también me lo tomo con calma. Estoy como adentro de una burbuja. Lo único que me funciona perfecto es la ira. Creo que es la única perillita que anda a los tiros en mi sistema emocional.  See you later blogger

jueves, 27 de diciembre de 2018

cerrando el año


Para no perder la costumbre de quejarme fui al psi en mi visita anual, pero he tenido tantas novedades este año que le mandé un mail para contarle por adelantado algunas cosas así me daba el tiempo de hablar más. Sospecho que no lo leyó, me dijo ¨prefiero que me lo cuente usted¨. Al final daba igual si lo leyó o no. De los logros le pude resumir en ¨la startup no da plata pero salí en el diario¨.
Este año mi hijo de 16 se fue de intercambio a Europa seis semanas, mi hijo de 11 pasa a secundaria, de pronto estoy dando la vuelta a la esquina de la juventud,  ya llegó todo, ya está llegando. El proyecto nuevo puede terminar bien o mal, pero los hitos que logré me dejan contenta. Estoy tan gastada que ya ni siquiera se me agranda el ego, me lo crean o no, da igual, es así. Ya perdí la euforia que me generaban antes los sucesos. Fui al psi a preguntarle, eso es bueno o malo? no estoy deprimida, entonces? me cambiaron las hormonas? por qué no exploto de alegría? lo bueno es que no me estoy juzgando, ni siquiera si me puse nerviosa o se me borraron las palabras en un auditorio para 900 personas.  Vamos a ver cómo sigue esto, pero en 2018  tuve una nueva oportunidad, cuando ya no me parecía posible.

sábado, 20 de octubre de 2018

El momento de aceptar que no sabés


La sensación es familiar. Frente al desafío la intención oculta de salir rajando, de abandonar. Un desánimo desolador, se me va la energía y me tiraría a dormir. Enfrentar al monstruo de mil cabezas. Lo que no puedo resolver. Lo dfícil. Ser juzgada en mis carencias. En vez de ganar experiencia con los años, olvidé lo que una vez supe. El reflejo de huída a punto de activarse.  Quizás con unos mates lo pueda manejar mejor. Voy a buscar mi yerba Canarias para ocasiones especiales.

domingo, 30 de septiembre de 2018

en el siguiente espiral de la galaxia


A los diecisiete viví un año como estudiante de intercambio en USA. Eso fue en el siglo pasado, hace siglos, pero una experiencia que marcó el resto de mi vida. De pronto mi hijo casi mayor tiene 16, y se va en viaje de intercambio a Londres. En un mes. Todo mucho más fácil, se va seis semanas. Todo es una suave pendiente en su vida pero obvio, él no lo ve así.  Yo llevo años soñando con volver a pasear por Londres que conocí en un flash, ir a Amsterdam, Berlin.  Tendría la oportunidad de encontrarme con él al final del viaje pero la cruza de la logística familiar con el nivel de gastos (la imprevisibilidad de este país!) y las fiestas en el medio, hacen todo muy difícil. Me tengo que aguantar las ganas a un nivel que me pone triste. Siento que me estoy perdiendo la última oportunidad de algo. Dentro de poco no voy a tener parte en sus planes. Después de este viaje mi hijo va a saber viajar solo.

jueves, 27 de septiembre de 2018

si sólo tuviera un sueldo, capítulo 356


La vida de emprendedora optimista no es para los +40 pero como yo me quiero seguir creyendo la pendex, apuesto al futuro color de rosa que me pueda deparar este nuevo proyecto que tiene pinta de la tormenta perfecta: financiación que no llega, experimentos con resultados impredecibles, socio de humor cambiante, país en llamas. Si de todo eso salgo con un resultado y un sueldo en 6 meses, debería recuperar mis estados de euforia que quedaron perdidos una década atrás.
Veremos

Mientras tanto
si salgo a andar en bici un día soleado de paro, me da culpa igual, porque no tengo sueldo,
si estoy haciendo la compra en la verdulería me da culpa igual, porque no tengo sueldo,
si voy a buscar a mis hijos al colegio,
si almuerzo con una amiga o pseudo amiga en día de semana, en un lugar lindo,
si me baño a las 2 de la tarde,
si voy al club a las 10am,
si llevo a mis hijos a la plaza a hacer picnic,
si puedo hacer lo que quiero con mi tiempo sobre todo si mi socio no me jode,
si subo al tren en jogging,
si me pongo un collar muy primaveral en día de oficina,
si llevo a mis hijos al dentista a media tarde,
si voy a reunión de madres de la asociación del colegio,
si veo gente tomando café al sol a mediodía, y yo soy uno de ellos,
si tanto y casi todo,
me da culpa igual, porque no tengo sueldo,

miércoles, 29 de agosto de 2018

Y ahora qué

¿Y ahora qué es lo que está mal?. Hoy es un día soleado, con temperatura hermosa, pre-Santa Rosa. Fui al gimnasio, hasta hice 3 minutos de meditación. Leí ¨bibliografía¨, porque estoy nuevamente en esos rumbos retomados de mi pasado. Hice varios mandados digitales, porque siempre me distraigo con otros pendientes, siempre. Hoy está la empleada en casa. Traje amiguitos de hijos chicos a jugar a casa. Casi todo funciona como debiera. And yet, algo no está. Lo que no he cosechado en estos años, experiencia, responsabilidades laborales, éxitos.
Estuvo de  visita por casa una de mis amigas de facultad, hoy docente e investigadora independiente. A ella ya le chupa un huevo todo, es lo que me dice. Y yo le digo ¨porque ya lo hiciste¨. Ya llegaste. Yo siento que todavía no llegué. Este proyecto nuevo es un intento más por llegar a la superficie del éxito en donde viven todos esos otros. Y yo no. Ya sé lo que me vas a decir. 
Escribo para entender que lo que me falta es un éxito que esté a la altura de mis expectativas. 
En el final del cuento ¨demasiada felicidad¨ de Alice Munro, la protagonista (mujer matemática a fin del siglo pasado) se da cuenta de pronto de que puede vivir una vida plena sin grandes éxitos, como mucha gente a su alrededor. Yo sigo intentando.

viernes, 27 de julio de 2018

con fondo de Chet Baker, lluvia e invierno


Un saxofón triste intenta tapar los gritos de los youtubers que ven mis hijos en vacaciones. Alternamos entre disparos de Fornite y los VALE CHAVAL, JODER TIO, PUTA MIERDA y otras por el estilo que repiten.  Llevo al menos trece años de madre en vacaciones de Juio. Ya perdí todo el entusiasmo por cualquier tipo de evento multitudinario. Mis hijos menores hacen lo que quieren con la play. Vengo amenazando que voy a cortar todo. El lunes empiezo, como la dieta. Hoy todavía tengo que armar planes, y solo queda LA PELICULA DE LOS JÓVENES TITANES EN ACCIÓN.  Con la muñeca fisurada no me animo a manejar lejos. Iremos de paseo al pequeño infierno del Unicenter tal vez?  La película repetida de las vacaciones de allá lejos y hace tiempo.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Las quejas del otoño



Desde que me despierto
hasta que me duermo
de la oscuridad al crepúsculo
desde que estiro los músculos
todo se estira y se complica
nada es como debe ser, no aplica
quisiera sacarme la tela de araña
que me cubre y la estiro
me retuerzo
trato de escapar
de los que no se levantan
y no se visten
no terminan el desayuno
ni se lavan ls dientes
ni se atan los championes
y el tiempo pasa, y la hora llega
cierra la puerta de la escuela
hay que firmar entrada tarde
la pesadilla de los chicos y grandes
hay que hacer cola
no se puede estacionar
Después, el día recién empieza
son las 8 y media
y siguen los pequeños problemas
ir y volver, llegar tarde
no puedo hacer lo que me toca
no estoy a la altura, no tengo tiempo
y de pronto se pasó la hora
todos volvemos a casa, a la play, a youtube
cada uno perdido en su mundo azul
están sucios y no se quieren bañar
resuenan tiros en la web, voces en neutro
y hay que pensar en cenar
y no les gusta la comida que hay
ni guiso, ni pastel de papa, ni sopa
ni tarta ni espinacas a la crema,
son los súbditos de los fideos con manteca.
La noche llega pronto pero el frío no se vio,
es un invierno veraniego
preámbulo del final que se nos viene
Y yo quejándome
de que vivimos lejos de la escuela,
y de los embotellamientos de la ciudad roja,
los supuestos amigos de esquina
las conversaciones que ya no pasan el muro
el firewall, el antivirus social
Todo queda detrás de la fachada.
Debemos ser positivos, todo es relativo
No te compares, no me comparo digo
Y ya llega una interrupción
Es hora de terminar la queja

jueves, 12 de abril de 2018

La Statup (o sea, la STARTAP)

Desde hace un par de meses esa es una de las palabras que más repito en mis presentaciones sociales laborales etc, ¨estamos armando una startup de biotecnología¨. Esa oración tan sencilla en sintaxis pero con un signifado difuso, misterioso y reluciente, es un salvavidas para mi ego? Extrañamente no me he inflado de orgullo aún. Será que estoy más madura y sobre todo porque todavía no hemos logrado nada concreto, aunque pasamos de la nada misma a un proyecto que está a punto de presentarse a un concurso o dos o tres o cuatro, con presupuestos, lugares de ejecucución, antecedentes biblbiográficos, todo un paquete. Para mi carrera profesional descendente es la última y nunca imaginada oportunidad. En la realidad mi aporte a todo esto no es fundamental, y sin embargo es cierto que he aportado unas puntitas fundamentales. Todavía estamos en etapa luna de miel con socios que me eran totales desconocidos y ahora son mis interlocutores fundamentales. La duda es cuánto escribiré el cuento ¨la startup¨ y cómo será el final.  En general lo mío no son los finales felices

martes, 27 de febrero de 2018

the best mirror is an old friend

el mejor espejo es un viejo amigo dice el dicho. Hoy ví a una antigua compañera de trabajo que era un poco, poquito, mayor que yo, and guess what. Está hecha miércoles como corresponde. Yo creo que estoy bastante bien mantenidita peeeero a la vista del espejo amigo, tengo que replantearme el tema