sábado, 28 de diciembre de 2013

Querido 2013

Ahora que te estás yendo te puedo decir que no me dejás vos a mí, soy yo la que te dejo. No has sido de los peores en mi vida, pero tampoco me trataste demasiado bien, quizás nos usamos mutuamente, quizás, más bien vos me usaste de felpudo unas cuantas veces. Pero ves, vos te vas y yo me quedo a esperar al nuevo que viene limpito, lleno de promesas y esperanza, así que, querido año viejo
Vaffanculo!

miércoles, 25 de diciembre de 2013

ya pasó Navidad y yo sigo indecisa


Querido blog, acá estoy de malla a las diez de la noche, después de incontables chapuzones y tandas de platos lavados, todavía sudando. Nuestra Navidad de familia exiliada y aislada en la gran ciudad es un poco solitaria, tamos los que somos y somos los que estamos, es decir los seis. Casi todos tienen mucha ilusión por Papá Noel menos Guille que nos hace la vida imposible con sus celos y su insatisfacción. Anoche tuvimos el momento destructivo a eso de las doce y algo, porque no recibió la Play, como él suponía, aunque nada suponía que la fuera a tener como regalo (otro día te cuento, pero de verdad, no tengo capacidad para tener problemas por un artefacto tecnológico más). Así que eso, la navidad en familia es libre pasada por agua, y sin embargo, falta ese qué sé yo del amontonamiento familiar. Eeentonces, después de muuuchos años, parece que vamos a pasar fin de año con las familias en Uruguay. ¨LaS¨ es un poco exagerado. Marido tiene hermanos y padres muuy apegados. Yo voy en busca de tíos y primos, y la desigualdad me desbunda la balanza. El tipo (mi marido) llama a la mamá para decirle que los esperamos el primero de enero para un asado (casa de playa, alquilada), y la hermana llama para invitarnos a pasar la noche vieja. O sea, me llenan el 100% del calendario. Obvio que tengo derecho a réplica pero la cuestión de fondo es la invasión temporal.  Y ahí me quedo mirando mi jardín con nostalgia, pensando en que mejor pasarla solitos acá una vez más. O no, que los niños se enteren lo que es tener primos de vez en cuando (esos son por parte mía, aunque son primos segundos porque soy hija única). Primos lejanos, pero en la edad en la que todavía se hacen amigos en un ratito. Voy antes o después de las fiestas, voy a la casa que queda en la playa fea pero está barata, o la más cara y linda y chica pero que está en el bosque, y así siguen mis dudas livianas pero densas porque a pesar del calor, no se han evaporado. He dicho.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Más espirales, siempre yo


Terminaron las clases hace varios días pero yo recién llego al blog. El viernes 13 empezó un cambio de era como de la edad media al renacimiento, o del cretácico al jurásico (?), algo grande pero de lo que todavía no es posible darnos cuenta que sucedió. De mis cuatro hijos, todos tienen un enorme cambio por delante: el chiquito Mateo pasa del jardín mini al colegio enorme, a sala de 3;  el que le sigue, Agustín, entra a primaria, el grandote Guille entra a secundaria porque es así para este colegio, en 6º grado, y Andrés finalmente pasa a una escuela especial.  Primero tenemos el verano por delante, y después, será que el 2014 será el año en que esta familia madure finalmente? Por lo pronto tuve una vez más, una entrevista laboral, caigo en mi propio espejismo de la vida profesional que me debo como si fuera una materia de facultad que no termino de aprobar, 
Otra vez una posibilidad de trabajo en un lugar medio grosso, full-time, trabajo para enloquecerme, podría ser home-based. Un vez más, parece que me pongo a prueba a mí misma, a ver si lo puedo conseguir, sólo para confirmar un tiempo después que no, que mi vida familiar me supera completamente y que no me queda energía ni concentración para nada más.
El 2014 trae cambios, pero no sé bien cómo van a resultar.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Las mamis del jardín


Llega fin de año, hora de reuniones y despedidas, pero resulta que las mamis que tanto han cocido y cocinado para la sala de 2, ya no se bancan y no logran quórum para reunirse, déjenme que me siga riendo sola, ya sé que lo dije en twitter, no lo dije en facebook, donde por suerte no las acepté nunca como amigas (y por eso seguro que tampoco me soportan a mí). Lo único que me cosita es que llegó fin de año y yo sigo sin unir nombres, con caras, y con niños. Cosas que te pasan con el cuarto hijo, porque adivinen qué hice yo hace unos once años en la salita de uno de Guille?, sí, invité  a todas las mamis a tomar el té a casa, apenas empezado el año (bueno, éramos seis). Vinieron todas menos una -amarga-, que tenía tres hijos mayores. Cómo la entiendo ahora