martes, 1 de diciembre de 2015

El eterno dilema

Es que yo quiero trabajar para decir "tengo que trabajar", pero después no tengo tiempo para trabajar porque mi vida está llena de imponderables como albañiles, farmacias, doctores, trámites en espiral de la obra social, supermercados, mercerías, además de las rutinas con los hijos y sus múltiples actividades, y para qué voy a seguir. Al final ¿es que no quiero trabajar?

lunes, 23 de noviembre de 2015

entendiendo a mi abuela y otros títulos poco atractivos


¿Qué era lo que había entendido? cada vez estoy más tarada y eso se nota en que repito los temas de conversación, le vuelvo a hablar de la @drapignata al jefe de mi marido cuando viene a cenar seis meses después, cosas así. Entonces vivo como el del eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Bueno, ya quisiera yo, que más bien vivo estacionada en los recuerdos. y qué es lo que recuerdo por diooooo, será la cara de estar en otra parte que ponía mi abuela cuando miraba la tele sentada con mi abuelo, fuera una película, un partido de fútbol o qué sé yo. A mí me parecía que en su vida no pasaba nada, pero creo que en su cabeza pasaba todo, repetía el pasado, calculaba escenas de una vida paralela, otras vidas posibles. No es sólo mi imaginación, hay un dato muy concreto que es que su novio, EL novio que tuvo antes de mi abuelo, la siguió llamando por teléfono durante años, hasta que yo estaba en plena adolescencia, hablamos de treinta y pico de años de casados, y el tipo ahí al firme. No sé si se casó o no, pero hoy estoy segura de que mi abuela imaginaba cómo hubiera sido la vida con el otro. No sé si se acostó con alguien más, si tuvo algún amante. Yo la veía con cara de víctima del mundo y me enojaba, por qué no se rebelaba, y hacía lo que quería hacer, por qué no se separaban con mi abuelo. Claro, con sesenta y cinco años, y ni hablar de la situación económica, no era una opción.  Hoy veo los lazos invisibles e imposibles que le impedían salirse de todo eso. Yo creía que iban a estar mejor solos, pero los dos sabían que solos no podrían sobrevivir. Que era mejor el tedio compartido a la soledad plena.
A veces me agarra el tedio, como una desilusión espesa y sin salida donde ya lo mejor pasó y lo que queda está lleno de la incertidumbre del futuro, ese que antes imaginaba lleno de realizaciones y sorpresas, y hoy apenas me atrevo a esperar que no venga cargado de tragedias y dolor, que se deje de joder con imprevistos y nos deje transcurrir en paz. Tampoco me van quedando esperanzas para mis delirios de grandeza. La frustración instalada en mi vida se parece a cuando mi abuela decía que en el ómnibus o en la calle le preguntaban si era profesora. Ella era rápida con los números pero apenas había terminado la primaria, pero se vestía con trajecitos de chaqueta y salía siempre con un libro en la mano junto con la cartera. Le alcanzaba con aparentar. La cosa llegaba a extremos mafaldianos, cuando tocaban timbre en la casa para vender algo, y ella abría la puerta y respondía, la señora no está. Yo lo ví, lo juro.
Bueno, eso, nunca le tuve mucho afecto a mi abuela, verla cada día era la confirmación de que mi madre no estaba en mi vida, ni siquiera en mi país. Pero con el tiempo me encuentro en una situación no tan tan diferente a la suya.  Muchas veces lo digo, por no tener la vida de mi madre, terminé teniendo la vida de mi abuela

jueves, 29 de octubre de 2015

crónica demorada de NY

Volví de NY hace tres semanas. Tengo que apurarme antes de que la neblina del ayer se trague las memorias. Te confieso, querido diario, algo inconfesable. Me subí al taxi para Ezeiza esperando la liberación de endocrinas, después al avión, y la cosa no llegaba, y no llegó. No tuve la explosión de alegría que me generan siempre los viajes. ¿Sería el estrés de la amenaza del huracán Joaquin, sería que en realidad mi plan original era ir a Europa en junio y no lo logré, o sería porque estoy deprimida pero soy la deprimida más hiperactiva que conozco, o porque fui sola de viaje, porque la única opción que encuentro para poder dejar a mis hijos y viajar tranquila es, que mi marido se quede en casa con ellos?. No importa la respuesta para esa larga pregunta, porque cuando me bajé del subway y salí en pleno Manhattan en Penn station, y lo ví al Empire State ahí nomás, se me puso la piel de gallina.   Yo quería repetir la sensación única de la primera vez que estuve en Nueva York, la de la fantasía cumplida.
Salí por la calle 34 rumbo al studio que había  alquilado por AirBnb, con el chucho de que no existiera, estuviera alquilado, o con olor a rata por los hámsters que la dueña me había advertido que tenía. Por suerte todo funcionó bien, aunque estaba frente al estacionamiento de bomberos, ambulancias,  y a una cuadra del de los subways. No se puede tener todo. El precio estaba muuuy bien. Y cuando llegué ni siquiera estaban los hámsters que la dueña me había dicho que tenía que cuidar.

Lo venía soñando desde hacía un par de años: ir a NY a The New Yorker Festival, y lo conseguí. Saqué pasaje antes de saber quiénes iban a ser los invitados, y no quedé defraudada. Estuve en una presentación de Junot Díaz, que está en algunos posts de hacer unos tres o cuatro años atrás, cuando leí sus libros y quedé enamorada, aunque es un dominicano que vive en USA, pelado, flaquito, pero como todas sabemos, los escritores enamoran con la palabra.
No sólo lo ví, a la salida del evento (yo estaba con una prima que vive en PA y se vino a visitarme), muy a la rioplatense, fuimos al baño y justo nos lo encontramos en el hall del teatro saliendo solito y tranquilo. En la presentación había hablado mucho sobre inmigración, mucho le habían preguntado sobre su opinión acerca de Donald Trump (él llegó a USA como inmigrante a los seis años, hoy es profesor en Reutgers y premio pulitzer, ves que es como para enamorarse?). Cuando me lo encontré me salió el borbotón de palabras (siempre que estoy contenta y nerviosa y ansiosa me vuelvo una máquina de hablar y no puedo frenarme: le dije, estoy sorprendida, esta charla en Buenos Aires hubiera sido sobre sexo, amor, la voz literaria femenina, los escritores están muy politizados ahora, parecen los latinoamericanos de izquierda luchando por la apertura política en los ochenta. O algo así.
Y en el medio, mientras me firmaba su libro (La maravillosa vida breve de Oscar Wao), mi prima le empezó a decir que se sentía muy identificada como inmigrante (ella y su marido) y con las vivencias de sus hijos totalmente integrados a la sociedad americana...

No me preguntes cómo pero Junot me preguntó,
-y tú cuánto tiempo te quedas por aquí.
Y yo, frente a mi prima también casada y demás, no pude evitar que el protocolo de histeriqueo automático se disparara solo:
-aaah nooo, yo me voy en dos días!! vivo en Buenos Aires pero soy uruguaya blablablablablaaaaaaa

Salí fascinada del Gramercy Theatre, pensando, Junot Díaz me habrá tirado los galgos?  Pero la alegría me duró pocas horas, luego de un rato me pregunté, qué me perdí, qué me hubiera dicho si le decía que me quedaba? si hubiera jugado mis cartas típicas de acosadora sentimental, aquellas de hace décadas atrás? Mirá si me invitaba a la universidad, jeje. Bueno, ni el empire state, ni el brooklin bridge ni la vuelta en bici por Central Park: el momento más top de mi estadía en NY fue ese. Y eso que también estuve en una presentación con Jeffrey Eugenides, y en una entrevista a The Good Wife, Juliana Margulies. Todo en ambiente intimista, a unas pocas filas del escenario.

Como ves no me voy a detener demasiado en contar los paseos que hice, y cómo quedaban interrumpidos diariamente por repentinas entradas a las grandes tiendas de departamentos, de las que salía con bolsas y bolsitas, buscado comprar ropa para mis hijos, y sabiendo que los iba a desilusionar porque ellos me esperaban pensando en juguetes gigantes y drenes con cámaras. Ya sabés como es la cosa, a donde sea que viajes, te llevas a vos mismo de equipaje. 



sábado, 22 de agosto de 2015

35% felicidad, 65% cagazo

( post número 800!!!)

Porque claro, me quiero hacer la superada, la que me propongo nuevos desafíos como subirme a los rollers, como hoy que practiqué otra vez! me temblaban las piernas pero dí mis vueltitas en la pista, cosa que no hice a los veinte  y quizás no la hubiera hecho porque me hubiera dado vergüenza que me vieran patinar mal, y ahora me da igual porque me ven y dicen mirá la vieja chota ésta, pero, that´s not the point. En fin, vuelvo al asunto. Hace tres años me hice escapadita sola  a Barcelona, paré en casa de amiga, luego un par de días sola en Sevilla y después nos rejuntamos para ir a Granada y la Alhambra con ella. Fue todo precioso pero los días de invierno en Sevilla me dieron un poquito de cosita. Y ahora ando en plan de una nueva escapada, sola porque marido tiene que cuidar hijos, es así, entonces yo mucha investigación web, mucho preparativo, ya conseguí studio por Airbnb, una prima puede que caiga un par de días o no, veremos. El sitio no te lo cuento por ahora pero te lo podés imaginar, capital mundial del arte  y la modernidad. Yes. Y bueno, tengo muchas ganas y mucho chucho. Y qué tal si el chucho y la culpa de ir sola y la cosita esa que te da estar sola arruinan todo el plan? Lo bueno, no será mi primera vez in the city. Lo malo, la vez anterior fue hace veinticinco años. Ya me asusta la cantidad de eventos importantes que sucedieron hace veinticinco años, un cuarto de siglo de mi vida como ADULTA. No way las chicas de la pista de rollers me miran y piensan, pero mirá a la vieja chota y torpe subida a los patines

martes, 4 de agosto de 2015

sobreviví a otras vacaciones y a un par de cositas más

Por suerte, acá estoy. Volvimos de la nieve con huesos intactos,  todo muy lindo y algo extenuante. Lo malo es que parece que ya pasó un siglo y fue hace unas semanas. El resto de las vacaciones fueron un gran trámite. Es casi imposible armar plan para cuatro hijos a la vez, a menos que sean cuatrillizos, imagino. El casi está de más, editámelo blogger!

El 2015 será el año de la Reforma, estamos a martillazo y ladrillo haciendo dormitorio nuevo encima del escritorio. Mejor no me explayo en el tema.  Estoy buscando resarcimiento emocional. Ya lo tengo pago en Despegar.com. Después te cuento

Pero entre tanta cosa a medio hacer, yo me quedo a mitad de camino, mirando cinco sitios web distintos, con una zapatilla puesta y la otra no, me da hambre cuando tengo que salir a hacer ejercicio y después no tengo tiempo de hacer gimnasia y todo así. No me funciona el ecualizador de actividades. Algo está fuera de tono, siempre.
Bueno, te dejo, me voy a hacer unos huevos revueltos con café y jugo

Una buena, como me animé a volver a esquiar y no tuve vértigo (bueno, estaba en la misma pista y clase con mis hijos, no era para tener vértigo pero nunca se sabe), estoy tomando ánimos para salir a practicar con rollers. Es otra de mis tantas asignaturas pendientes. Yo patinaba hasta los doce, en mis patines con cinta y cuatro ruedas amarillas. Después, nunca más. No me compré rolllers cuando aparecieron porque eran carísimos. Y después, se me pasaron veinticinco años. Espero no postrar con una pata enyesada. besos

domingo, 12 de julio de 2015

planificación de viaje aventurero de madre neurótica


Mis hijos mayores han visto alguna vez la nieve pero ni se acuerdan. Los más chicos, nunca. Este invierno, en medio de la reforma de la casa, o más bien, para escaparme de ella, se me metió en la cabeza que los tenía que llevar a la nieve. Pros y con: marido no se quiere tomar vacaciones. Hijo mayor con SD tiene clases esta semana. Los otros tres ya están de vacaciones. Veintitres días son muchos para estar encerrados jugando con el ipad y la compu. Las pantallas han tomado completamente nuestra vida, y la única opción que me queda es escapar. Así que después de mirar varias opciones me decidí por la más económica. Mendoza, cerro penitentes, 2h de avión, taxi a la terminal de ómnibus, 4h de bus, llegada y caminata hasta el hotel. Veremos cómo sale. Tuve que desempolvar las mochilas de mi época mochilera, que creo no uso desde hace catorce años, y no es casualidad.  Mientras sufro calculando la ropa de nieve que me falta comprar -alguna conseguí de amigos-, trato de despejar los fantasmas que todo viaje me trae desde que soy madre. Juro que antes no era así, pero ahora lo que pienso es en todos los riesgos que corremos: que se caiga el avión, que choque el ómnibus, que me rompa un hueso yo, que se rompa un hueso alguno de los nenes, que tengan fiebre y quedemos atrapados en el hotel, que pierda el avión, que me haya estafado la agencia online que maneja las reservas del hotel, que no me dé el físico para hacerme cargo de paseo por la nieve y termine contracturada o con ciática, que mi torpeza estructural me delate y quedemos  como unos desubicados principiantes y patéticos. En fin, todas cosas lindas para prepararme para la aventura.
Espero que sea un lindo viaje. Te cuento a la vuelta

miércoles, 1 de julio de 2015

Días calientes entre polvo y agujeros



Parece un texto porno pero no, así estoy yo en medio de la reforma en mi casa, con las paredes agujereadas para hacer un dormitorio nuevo encima del escritorio, con bibliotecas flotando mudadas al living y libros y miles de objetos indefinibles trasegados de un lado al otro. Y la empleada nuevo, mi objeto constante de odio, cambia la cara, la persona y sin embargo se repite la falta de criterio. Voy  a dar un curso de cómo adquirir criterios, racionalidad, lógica.  Je. No lo voy a conseguir jamás.  Continuaremos

viernes, 12 de junio de 2015

De Qué lado estás

Si escribo pro aborto, me burlo de la procesión a la virgen de salta o del papa francisco, ofendo a mis compañeros de secundaria.
Si crítico al gobierno de Venezuela se enojan mis compañeros de facultad militantes del IR Frente Amplio.
Si me dedico con mucho énfasis a publicar páginas literarias levanto sospechas en la mayoría de mi lista de parientes, amigos antiguos y superficiales: y esta de qué se manda la parte?
Si puteo al kirchnerismo como falsa izquierda decepciono a mis conocidos progres porteños y escandalizo a algunos izquierdistas uruguayos.
Si cuelgo muchos posts científicos me siento disminuida frente a mis colegas que siguen trabajando en ciencia, no como yo que he sido (y soy en la actualidad) una stay home mom.
Si contesto a los posts dramáticos de una mamá que sufrió una tragedia horrenda, caigo en riesgo de asustar a todos.
Si pongo fotos de vacaciones,  hago show off para unos, y soy una pelagatos para otros.
Demasiadas fotos de los hijos, aburren.
Tengo que terminar mi relación amor-odio con Facebook

domingo, 12 de abril de 2015

conversaciones entre hijos chicos

Si algunos posts son de catarsis, este es un post-it para recordar en el futuro: viene mi hijo de cuatro años y me dice
-mamá, cuando me muera quiero tener un iPad de esqueleto, una compu de esqueleto...
Antes de que yo pudiera responder, el hermano de seis le responde
-tonto! y de dónde vas a sacar la electricidad?!
y la cosa sigue cada vez más disparatada, el otro le dice
-de la electricidad de los esqueletos!

Yo los dejo seguir hablando, no vale la pena arruinar tanta imaginación con los hechos de la vida real. Todavía no.

viernes, 10 de abril de 2015

y de pronto se me ocurrió qué postear

Llevo un rato sentada frente a la notebook. Venía dispuesta a escribir pero empecé a contestar mails, buscar información, terminé enviando otro currículum y probablemente tenga otra entrevista laboral, que es uno de mis hobbies, definitely. Y justo cuando me acordé que tengo ropa para colgar  y me había levantado del escritorio, me dí cuenta: esto que me pasa ES lo que tengo para escribir hoy.  Es que después de catorce años con empleadas, unos siete de tener mucama ¨cama adentro¨ como dicen acá, este año, al menos por ahora, estoy intentando tener  empleada dos o tres veces por semana. Quizás sólo aguante este mes, o hasta que haya demasiada mugre acumulada en los rincones, o hasta que haga frío y oscurezca temprano y no me de el tiempo de hacer todo, o hasta que en mi deporte de entrevistas laborales caiga en la ¨trampa¨  de otro trabajo full time (ese será otro post…). 
Estoy aprovechando la energía negativa que me dejó la última empleada, que me robó, a la que además me encontré en la bolsa de trabajo de la parroquia a donde fui (sólo) a contactar empleadas (las señoras voluntarias que dirigen la cosa caritativa son como dealers de empleadas, suena muy políticamente incorrecto, pero sabés qué, me estoy dando cuenta de que ese es otro post que tengo pendiente). La cosa es que no encontré a nadie que me inspirara confianza, es que ya tengo el prejuicio, las veo e imagino la escena nuevamente, los mismos errores, las metidas de pata bestiales, las cosas mezcladas. Y no tengo ganas. Y la casa vacía para mí, aunque sea un rato cada día, es un placer, aunque el precio es un par de horas de trabajo para mantener la decencia, y otro par como para tener comida y cocina limpia…  no estoy haciendo muchas otras cosas, cursos, idas al club, trámites, médicos. Ya me tocará el turno y veré cómo hago. Mientras aguante, voy a disfrutar la paz del hogar, la cosa de ser una real house wife. Con un poco de culpa (oh, pero no trabajo!), si no, no sería yo.

martes, 7 de abril de 2015

la música de la hora de la siesta


El mediodía silencioso de la provincia, no se mueve ni una hoja de los árboles, y las chicharras todavía en pleno abril, siguen cantando felices. Estoy sola en la casa y es la hora perfecta para escribir. A ver si la aprovecho.

jueves, 19 de marzo de 2015

la productividad y las madres

Esto lo escuché hoy en la radio, que una mujer con dos hijos baja su productividad laboral en un 22%. Las encuestas son divinas, realmente. Así que si hago aritmética, con cuatro hijos, mi productividad laboral bajaría un 44%, en caso de que estuviera trabajando y percibiendo un sueldo. Pues en este momento ya sabemos que el trabajo de madre no es remunerado. Sigo uniendo cabos, he tenido cuatro reuniones escolares en los últimos días, en cada una tomo nota aún cuando hay cosas más obvias que no sé qué. Todo para poder pasarle el hilo conductor a mi marido.  Pero al momento de conversar sobre la reunión del día, no tengo el papel en la mano, y la verbalización se resume en tres o cuatro conceptos, en total, uno o dos minutos. Marido dice que no retengo información, que me estoy anquilosando de no trabajar, y yo agradezco no tener a mano un matafuego (bomberito se llama en uruguayo), porque se lo tiraría por la cabeza.
Conclusiones,
1) puede que las reuniones escolares duren demasiado tiempo para la cantidad de conceptos no obvios que vierten
2) ya no tengo la capacidad de enumerar listas de repeticiones como mi lección de geografía cuando tenía trece años.
3) mi despiste y pérdida de memoria ya están dando miedo, y es algo de familia, nada de alzheimer, puro derrape de distracciones constantes. La justificación que tengo al menos para el estado mental de mi madre, es que años de estrés permanente la han dejado así. Mi vida aparentemente no es estresante, y sin embargo, en mi cabeza hay múltiples manifestaciones, piquetes y embotellamientos emocionales que me han dejado como estoy.
4) no paro de leer, informarme, recordar, e investigar temas que me interesan en internet. Eso debería contar como ejercicio mental.
5) el matrimonio es un ejercicio de paciencia infinita

Han vuelto los posteos catárticos. Nos estamos viendo

martes, 10 de marzo de 2015

Entrevista laboral y el día de la mujer


Pasan los años y yo sigo yendo a entrevistas laborales, in and out del mercado, sólo para mantener un curriculum viable. Me acuerdo de todo lo que sufrí y dudé cuando estudiaba en la facultad, esto es lo mío o no? ciencias o letras? Si hubiera sabido que al final no iba  a hacer nada en serio, no me habría preocupado. Digo yo.
La primera vez que lo intenté, no sé si tenía un hijo, o dos. Sé que eran bebes, chiquitos.  Y en ese momento le planteé al director, convencida del peso de mis argumentos, que yo necesitaba un horario reducido, de seis horas. El hombre habló con mucho entusiasmo de la doble responsabilidad de la mujer en la casa y el trabajo, bla bla, y yo creí que lo había convencido. Pero nunca más me llamó. Me comí un par de trabajos full time en los que no duré más de un año.  Después de que nació mi tercer hijo, un día me salió bien la jugada y conseguí un trabajo de seis horas, en el área de investigación clínica, eso sí, en un sucucho de la Avenida Rivadavia, primer piso F, con ventanas al pozo de luz. El director tenía tan poca plata que en seis meses hizo reducción de personal y volamos todos, yo la primera. Un tiempo después, siempre con grandes baches laborales entre hijo e hijo, conseguí un trabajo part time, horario flexible, y home based varias veces por semana. Casi perfecto, el problema era que me contrataron sabiendo que estaba ¨sobrecalificada¨ para el puesto, en suma, les venía bien mi conocimiento pero una de mis tareas básicas consistía en organizar la reunión mensual de los directores de las empresas de investigación clínica, con café y sanguchitos incluidos. Yo tomaba notas y armaba el reporte para repartir. Me felicitaban, pero el asunto de prepararles el café y los sanguchitos no me terminaba de convencer. Acá en casa yo tenía que armar un carnaval de empleadas combis y remises para ir a preparar el café de los directores. Bueno, una o dos veces por mes. Nada es perfecto, y yo soy muy hinchapelotas. Luego entré en la onda free lance y aguanté un año o un poco más, pero la ecuación daba mucho trabajo por poca plata. Pasó otro año de reacomodación familiar y ahora estoy mandando CVs una vez más. Me llamaron enseguida, una empresa global. Me entrevistaron un chino argentino y un hindú verdadero. La central está en India. Y es trabajo chino. Hay que traducir y enviar reportes de efectos adversos a medicaciones de venta aprobada (eventos se dice en la jerga, y luego se determina si están relacionados o no). Y yo que ya tengo el no, tiré mi pregunta bomba. Me llamaron para una segunda entrevista, con lo cual pensé que estaban manejando la opción de trabajar seis horas. Pero no, me entrevistaron para decirme que mi CV está bien, pero que ellos necesitan gente flexible. Que si hay mucho trabajo y deadlines hay que trabajar algún sabado. Que no, que mientras esté bajo supervisión, alrededor de seis meses, no es posible, y que probablemente luego, tampoco sea posible que yo trabaje seis horas porque sería parte de un equipo donde todos tienen que trabajar al máximo. Así que nada, hablen de la marihuana libre, el casamiento gay, el aborto legal, yo estoy de acuerdo con todo eso pero son problemas de minorías.  El día que algún político de estas latitudes legisle el trabajo en horario reducido para madres trabajadoras, ahí van a estar haciendo un cambio en serio. Hasta entonces, se pueden meter los saludos del día de la mujer bien en el orto, todos.

sábado, 28 de febrero de 2015

Esta vez lo conseguí


Mucha agua ha corrido bajo mi puente Desde que tengo este blog: varios trabajos, un hijo más, y el transcurso del tiempo marcado con algunas arrugas y una pequeña panza omnipresente. Pero en todo este tiempo, escribiendo mucho o poco, nunca se me había olvidado que existía mi blog. Estas vacaciones extra large lo consiguieron: se me borró desde la lista de facturas pendientes para reintegro de la obra social, el teléfono de la verdulería y el pediatra, y muchas otras cosas en el medio, hasta que de pronto me acordé, es cierto que tengo mis blogs! cuánto hace que no escribo! y después me acordé de que al menos posteé una pavada veraniega. ¿Será este mi fin de ciclo? Tenía una lista enorme de puntos negativos para enumerar pero la amnesia del sabado a la tarde me está impidiendo recordarlas. Queda para la próxima, pero al menos estoy de vuelta.

sábado, 24 de enero de 2015

punta del diablo otra vez

El 2015 ya está bien estrenadito como una ojota nueva pero un poco embarrada. Y la cosa sigue linda por acá.  Y yo con tan pocas palabras y tanta arena encima. Y la voz ronca de tanto charlar